La transformación digital en el sector de la fisioterapia

Cuando hablamos del “mundo digital” automáticamente pensamos en Internet, tanto como fuente de información, como herramienta para darnos a conocer como profesionales o expertos en algún sector.  Hemos observado a lo largo de los últimos años que las grandes compañías o instituciones sanitarias se han digitalizado con el fin de poder ofrecer sus servicios a la generación llamada Nativos digitales o Millennials. Esta generación en 2025 representará el 70% de las personas del mundo laboral.

Según la Teoría de Moore, desarrollada en el ámbito informático pero, que a día de hoy se ha extrapolado a otros sectores, afirma que los avances que se han hecho a lo largo de dos años serán equivalentes a los realizados en el año siguiente, es decir, el crecimiento de las nuevas tecnologías es exponencial y por tanto tan rápido que debemos estar preparados para dar el paso en el momento adecuado. Sin embargo, este panorama está muy lejos del mundo de la fisioterapia. Si echamos la vista atrás, el primer iPhone de Apple cumple el 29 de junio 10 años. En el año 1995, solo existían 18.000 páginas web, sin embargo, a día de hoy existen alrededor de 1.000 MM.

La fisioterapia es una profesión sanitaria, generalmente con una práctica asistencial, pero no olvidemos que se trata en muchas ocasiones del negocio que nos da de comer, por ello, la tecnología de la que disponemos puede ayudarnos a sacar mayor rendimiento a los servicios que como profesionales podemos ofrecer.

Sin embargo, ¿sabemos manejar la tecnología hasta el punto de favorecer nuestra práctica diaria? Somos clínicos, nos gusta la práctica asistencial, por ello antes de invertir en nuevas tecnologías debemos conocer las ventajas que nos proporciona internet y así, invertir en esos detalles que marcan la diferencia.

Por ello este post, pretende aportar ideas para la digitalización de la fisioterapia, hecho que poco a poco se está llevando a cabo y en un tiempo, será obligatorio para todas las clínicas con el fin de poder satisfacer las necesidades de esa generación llamada Milleaninals.

Para poder realizar este cambio existen varios factores a tener en cuenta:

  • LA CONCIENCIA DIGITAL
  • Transformación de las Clínicas y profesionales de la Fisioterapia
  • Cultura digital de todos los miembros del equipo
  • Uso de servicios y proveedores Digitales  

El primer factor que se va a desarrollar en este post es: La conciencia digital

En primer lugar, estar en internet es necesario. Los pacientes están en internet, están transformados digitalmente, por tanto aunque no nos gusten las nuevas tecnologías, el 80% de los usuarios hacen consultas en la red sobre la salud.

Este hecho debe invitar a aquellos que no forman parte de la generación de nativos digitales a hacer una reflexión sobre el panorama actual ya que pueden pensar que sus pacientes no necesitan estos servicios. Sin embargo, las nuevas generaciones de fisioterapeutas vienen pisando fuerte, con una formación buena, conocimientos y con medios para estar actualizados.

Además, tienen este concepto de la conciencia digital interiorizado y por tanto, llegado el momento no vamos a poder estar a la altura de ese profesional en cuanto a las facilidades que son capaces de proporcionar al paciente. Es el momento, la tecnología ya está aquí, han aparecido los Weareables y cada vez son más completos, es decir, a día de hoy ya se han desarrollado camisetas que miden y transmiten información a un dispositivo móvil datos sobre la biomecánica, existen ecógrafos conectados al móvil con un precio muy reducido, haciendo más competitivos a aquellos que hagan del entorno digital su nuevo modelo de funcionamiento. La amenaza de quedar descolgado y fuera del entorno digital, debe formar parte de la conciencia digital de todos los fisioterapeutas.

Para ello vamos a poner otro ejemplo que hace referencia a la profesión, basta con hacer una retrospectiva bien cercana, si nos vamos 10 años atrás, existía un entorno muy diferente, donde la presencia digital, no se entendía como una necesidad, ni la comunicación digital representaba una necesidad. A muchas clínicas y profesionales autónomos la llegada de la crisis, les supuso un punto de inflexión y en muchos casos representó el cierre y cese de actividad profesional. Muchos de ellos se encontraron con una reducción masiva de pacientes, sin capacidad de reacción, ni medios para esquivar ese bajón de pacientes en tan corto periodo de tiempo, y lo único que ofrecía el entorno era la supervivencia: sobrevivir de cualquier forma. En ese momento, comenzamos a hacer uso de recursos digitales como la promoción de bonos en distintas páginas web de ofertas y confiando en que el poder del “boca-boca” llenaría todas las salas vacías de la clínica.

El boca-boca siempre ha sido una herramienta útil, pero es un recurso que cada vez es más limitado y antiguo. En internet existen diversas estrategias para dar a conocer nuestra clínica: tener una página web, escribir un blog o simplemente estar bien posicionado mediante el pago de los conocidos “adwords”.

No obstante, estar posicionado no significa que las visitas que entran en tu página web sean visitas cualificadas, es decir, una persona interesada en el servicio.

Para hablar de posicionamiento debemos saber qué buscan los usuarios, con qué terminología escriben en el buscador y así poner en competencia a la profesión. Actualmente la fisioterapia está experimentando un cambio muy importante, la investigación está ayudando a que las técnicas y ramas de la fisioterapia tengan un peso importante en el tratamiento de muchas afecciones.

Sin embargo, el tratamiento fisioterapéutico es el gran desconocido para los pacientes. Todas estas ramas de la fisioterapia se están haciendo un hueco en la profesión, pero a día de hoy no tienen el peso que tienen otras especialidades.  Internet debe ser la herramienta que nos ayude a poner en competencia la fisioterapia frente a otras especialidades que ya están consolidadas, todo ello sin invadir campos de actuación, pero dando a conocer que nuestro tratamiento puede ser la primera opción de intervención en muchas patologías.

En segundo lugar, internet no tiene horarios, es un servicio abierto las 24 horas del día, los 7 días de la semana, 365 días al año, y en continuo movimiento. Las clínicas de fisioterapia establecen un horario comercial, dejando de lado todos esos pacientes que están en internet, buscan y quieren satisfacer sus necesidades. Poder ofrecer la posibilidad de  contactar con una clínica o reservar una cita desde cualquier dispositivo o lugar.

Los pacientes como hemos comentado antes están digitalizados, utilizan internet en su día a día, desde reservar un vuelo desde el móvil, alquilar un coche o un hotel desde la tablet, comprar una entrada de cine o reservar en el dentista con el ordenador. ¿Por qué los fisioterapeutas no damos este servicio? Es el momento.

En tercer lugar, conocer el valor de los datos. Las clínicas acumulan historias clínicas, fichas de sus pacientes, información diferente de cada persona que ha estado en su clínica, ¿qué valor tienen esos datos? ¿Tengo herramientas que me permitan conocer las características de cada paciente?

La respuesta es afirmativa. La competencia cada vez está más presente y por ello debemos utilizar los recursos que tenemos delante de nosotros para FIDELIZAR al paciente. La palabra fidelización

en fisioterapia no es muy aceptada pero es esencial para cualquier negocio.

Para fidelizar a un paciente hay que conocerle, saber que características e intereses tiene, con el fin de poder llegar a esa base de datos de miles de pacientes con los servicios e información personalizada.

El futuro de la Fisioterapia está en manos de los Fisioterapeutas, y es labor de todos encontrar las mejores herramientas para hacer de nuestro trabajo una profesión actual, especializada y de valor utilizando internet como un canal de comunicación que nos permite mejorar la relación profesional-paciente generando vínculos duraderos y a la altura de las exigencias de la sociedad y de las nuevas generaciones.

Ahora es el momento de innovación, de crecer tanto en servicios, en recursos y en herramientas que permitan al profesional ser quien controle, quien haga crecer y desarrollar su actividad profesional, con un claro sentido en todo lo que se realice. Poder llegar de forma más clara, directa y personalizada a todos los pacientes, aportando valor y diferenciación, no solo prestando servicio profesional; sino cubriendo y satisfaciendo necesidades existentes y aquellas que incluso el mismo paciente no contempla; sorprender gratamente, adelantándonos a esa necesidad, crear un vínculo único entre profesional y paciente, es decir, superar las expectativas del paciente.

Lucia Rueda
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